Sábado 11 de Mayo de 2024

Significado de imidazoles

Clase: medicamento

En los años sesenta se disponía de un número limitado de sustancias para el tratamiento local de infecciones por hongos, en especial, infecciones por Candida Albicans.

Estaban comercializados undecilenatos, tolnaftato, griseofulvina (oral) y nistatina, además de anfotericina B para la vía intravenosa, esta última de una notable toxicidad.

Las infecciones por hongos constituían un reto importante para los médicos. A la frecuente gravedad de aquellas se unia su mayor incidencia conforme pasaba el tiempo, que no era ajena la aplicación de nuevos y mas potentes antibióticos.

Durante los años 80, un programa de desarrollo químico permitió descubrir las propiedades antifúngicas de determinados compuestos imidazólicos obtenidos a partir del precursor N-fenacil imidazol.

Clases de antifúngicos:

Existen actualmente tres clases de medicamentos antifúngicos, a saber, imidazoles, polienos (anfotericina B) y equinocandinas. Los polienos se unen al ergosterol, una sustancia fundamental de la membrana celular de los hongos, mientras que los imidazoles bloquean la biosíntesis de ergosterol. Por su parte, las equinocandinas, desarrolladas al principio del presente siglo, inhiben la sintesis de betaglucanos.

Imidazólicos:

Los imidazoles, desarrollados en la década de 1980, son la clase de antifúngicos más ampliamente utilizados hoy en día en la práctica clínica. Incluyen no sólo medicamentos tópicos, sino también sino de uso por vía oral o parenteral.

Clases de antifúngicos:

Los antifúngicos imidazólicos se pueden dividir en dos apartados:

- Los usados tópicamente para infecciones superficiales,
- Los utilizados por vía oral y/o parenteral para infecciones producidas por hongos, tanto superficiales como profundas.

Entre los imidazólicos tópicos se encuentran clotrimazol, miconazol, econazol, isoconazol, fenticonazol, oxiconazol, tioconazol, sulconazol, butoconazol, sertaconazol y terconazol.

La mayoría de estos fármacos tienen un amplio espectro de acción, es decir, son eficaces frente a un elevado número de hongos superficiales, además de bacterias gram positivas y, en algún caso, también bacterias bram negativas. Se suelen tolerar bien y tienen un elevado grado de eficacia.

Muchos de estos medicamentos son también eficaces para el tratamiento de la dermatitis seborreica.

Los imidazólicos orales se utilizan para el tratamiento de infecciones profundas, pero algunos de ellos también se utilizan localmente o se administran por vía oral para el tratamiento de infecciones superficiales.

Entre estos se encuentran ketoconazol, itraconazol, fluconazol, voriconazol y posaconazol.

En conjunto, estos agentes antifúngicos han evolucionado desde los primeros, como miconazol, que sólo podían ser utilizados para uso tópico hasta los disponibles para uso parenteral, como ketoconazol, fluconazol o voriconazol.

Entre los nuevos imidazoles se figuran lanoconazol, croconazol eberconazol y neticonazol. Todos ellos muestran una actividad similar en comparación con los otros fármacos de aplicación tópica. Se encuentran en fase de evaluación otros imidazólicos para uso sistémico, como pramiconazol, ravuconazol, isavuconazol y albaconazol.

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PROPÓSITO Y ALCANCE DEL CONTENIDO


En esta página encontrará información sobre el significado de diversos términos médicos, habitualmente poco comprensibles para los pacientes, a quienes se presupone unos amplios conocimientos previos sobre medicina, necesarios para la comprensión de los folletos de instrucciones de medicamentos comunes.

El contenido de esta información intenta aclara algunas cuestiones básicas sobre medicina, nutrición, plantas medicinales y medicamentos. No es exhaustiva y, por lo tanto, no expone la totalidad de la información disponible y en ningún caso sustituye a la información que le pueda proporcionar su médico, a quien debe dirigirse en último término para aclarar las dudas que pudiera tener sobre sus problemas de salud.